Idiomas más fáciles de aprender para un español
Si tienes como propósito aprender algún idioma, recorrer el mundo o buscar alguna lengua más puntera que otra y eres hispanohablante, te contamos cuáles son los idiomas más fáciles de hablar para un español.
Asimilar otro idioma es complicado, pero lo difícil que te parezca el proceso de aprendizaje dependerá de cuál sea tu lengua materna. Si el idioma en el que estás pensando se encuentra dentro de la misma familia que tu lengua, todo te resultará mucho más fácil.
Funcionamiento de las familias de lenguas
Para la formación de estas familias, en primer lugar, tiene que existir una protolengua o lengua madre desde la cual se originen otros idiomas mediante un proceso de diversificación dialectal. Aunque las lenguas que componen una familia son ininteligibles entre sí, comparten parecidos fonéticos y gramaticales. Este hecho facilitará a las demás lenguas pertenecientes a esa determinada familia la adaptación y comprensión.
El español pertenece a las lenguas romances o románicas y esta misma familia también concierne al portugués, francés, italiano o como el catalán y el gallego. De esta manera, y teóricamente, nos costaría menos trabajo la adaptación y el aprendizaje de estos idiomas por el hecho de compartir estructuras gramaticales y fonéticas.
Los idiomas que provienen de lenguas romances serían, para un español, más fáciles de asimilar
Aunque es la teoría, en la práctica elegir idiomas debería ser una decisión personal basada en lo que cada uno busque extraer de este conocimiento. Además, muchas veces lo que puede resultar fácil no lo es. El portugués comparte un 89% de estructuras gramaticales con el español. ¿Cuántas veces no hemos ido a Portugal o Italia hablando en nuestro idioma y sin hacer ningún esfuerzo porque: “Me entienden perfectamente”?
El italiano, sin embargo, comparte más con el catalán (87%) que con el español (82%) aunque ambos porcentajes representan un alto nivel de correspondencia estructural.
Aunque todo tiene su parte negativa, por ejemplo, en este tipo de familias hay idiomas que se entienden bien por escrito pero que, en el momento de la comprensión oral, todo se vuelve más complicado a causa del sistema fonético. Este es, por ejemplo, el caso de España y Portugal ya que ambas son muy parecidas por escrito, pero en la comprensión oral es donde radica el problema al tener los portugueses un complejo sistema fonético. Sin embargo, es sabido que los lusófonos entienden mejor el español que nosotros el portugués, aunque lleguemos a entendernos.
Los parecidos en algunos casos, no son nuestro mejor aliado
Muchas veces las similitudes de nuestra lengua con otra de la misma familia, nos hace difícil llegar a un nivel alto del dominio del idioma ya que no supone un esfuerzo tan grande ni comunicar ni entender el mensaje.
Por tanto, podemos decir que dominar tanto el portugués, italiano, francés o rumano nos supondría poco, pero también es necesario pensar en qué esperamos del idioma que vamos a estudiar.